Su Objetivo, es el abordaje simultáneo de los aspectos biológicos y psicológicos de los problemas mentales del adulto, asi como del niño y del adolescente, evitando enfoques parciales que tradicionalmente han perjudicado al paciente psiquiátrico.
Tras un diagnostico individualizado, se propondrá el tratamiento más indicado en cada caso, mediante la aplicación, simultanea o no, de intervenciones psicoterapéuticas y farmacológicas.
El tratamiento se dirigirá hacia el “núcleo” del trastorno, con el objetivo de obtener un rápido alivio de sus problemas, pero a largo plazo ofrecerá también al paciente el entendimiento de sí mismo, proporcionando un cambio positivo y duradero en su forma de ser y de relacionarse.